Los envíos masivos postales siguen siendo rentables. Es cierto que las nuevas tecnologías están dejando atrás este tipo de marketing directo, pero hay a veces que para sectores como el de banca o seguros es importante tener informado al cliente y adjuntar todos los documentos necesarios sobre un estado de cuenta, por ejemplo. Es por eso que muchas personas siguen prefiriendo este canal de información frente a otros.
Las tasas de apertura de los emailings rondan entre un 25%, si es que la campaña ha sido bastante efectiva. En el caso de los receptores que sólo leen el asunto y trasladan el mensaje a la papelera ni si quiera llegan a ver la información que contiene dicho email, es por eso que el anunciante resta oportunidades a la hora de llegar a nuevo público. En el caso de los mailings postales el comportamiento del receptor a la hora de tirarlo a la papelera es diferente. Cuando recibimos una carta de nuestro banco inmediatamente la abrimos y puede que nos encontremos con: un extracto de cuentas, con una información relevante o simplemente publicidad. En el último caso la mayoría de los receptores la tira pero la tasa de apertura por correo ordinario es mucho mayor que la de un correo vía email y por ende es más fácil hacer llegar una promoción u oferta.
Pero una de las desventajas reside en el contenido. El papel no permite ampliar la información y sólo se convierte en un primer acercamiento. Es por eso que el diseño y el contenido del mensaje deben ser más efectivos, más atractivos y concisos.
Otra de las desventajas es la medición de datos, pues lo digital abarca mucho más que las campañas Offline. Pero en el caso de la segmentación de Bases de Datos, los envíos postales también se pueden agrupar por campañas según los intereses del público. Estos significa que debemos diferenciar entre targets pues no son las mismas necesidades que tienen por ejemplo los jóvenes que empiezan a trabajar que una persona que recibe una pensión. Aun así los sistemas de Big Data pueden segmentar una Base de Datos agrupando los registros de las mismas según intereses más concisos. Por ejemplo, en el caso de una aseguradora no será lo mismo promocionar un seguro de vida a personas que practican deporte de riesgo que un seguro de mascotas a un receptor interesado en los animales.
Dependiendo de la forma y sobre todo del mensaje los envíos postales pueden ser un canal de marketing directo bastante rentable y fiable.
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